Un menor emocionalmente fuerte y feliz se concentra mejor y desarrolla habilidades que le ayudarán a enfrentar la vida y lo capacitarán para interiorizar el conocimiento de forma adecuada. Es importante que su hijo asista a un centro de enseñanza en el que el manejo de las emociones y el desarrollo de la personalidad tengan un lugar prioritario.

Todos hemos sentido el efecto del estrés en algún momento de nuestra rutina. Cuando estamos alterados, tristes o enojados nos cuesta concentrarnos, estamos distraídos y nos falta claridad. 

El médico español Mario Alongo Puig -quien ha estudiado la Inteligencia humana y la Psiconeurobiología- ha expresado en muchas de sus charlas cómo el cerebro humano se bloquea ante situaciones de estrés. “Cuando estamos estresados nos sentimos agotados, empezamos a irritarnos y a perder concentración y memoria. Emociones como el miedo y la desesperanza sustituyen a la confianza y a la ilusión”, describe.

Esto mismo les pasa a los niños. Multiples estudios han demostrado que los pequeños que se sienten felices en sus entornos más cercanos, aprenden mejor sencillamente porque el cerebro está más dispuesto para recibir todo tipo de información. Por eso es tan importante crear las condiciones para que los menores se sientan tranquilos, contentos, estimulados, en fin, felices.

¿Cómo se siente su hijo?

La definición de la felicidad es muy relativa, depende del significado que cada quien le quiera dar. Pero la mayoría está claro que no lograremos que nuestros hijos sean más felices comprándoles el último videojuego, la muñeca más moderna o la bicicleta más cara. “Un niño feliz es un niño inquieto, que gusta de aprender, sonríe, se siente motivado, valorado y que considera en su grupo familiar un apoyo importante”, define Rebeca Chavarría C., educadora y directora general de Bright Spot

Las razones que llevan a un niño a no sentirse feliz dependen de cada circunstancia. Algunas veces los padres, en su afán de lograr su mejor rendimiento, los somenten a cargas académicas extenuantes que terminan desmotivándolos. Otras veces nosotros como padres estamos tan estresados, que transmitimos y descargamos todas esas emociones negativas en ellos, contagiándolos.

“Aunque nuestros hijos van a tener que vivir episodios de tristeza y enojo como parte de la vida, es importante también crear las condiciones para que se sientan a gusto consigo mismos y con sus similares, para que sean espontáneos, creativos, se sientan seguros y conozcan su potencial para lograr desarrollarlo”, agrega Chavarría.

Adele Diamond, profesora de neurociencia en la Universidad de Columbia Británica, tiene algo que agregar al respecto. Ella afirma que el ser humano siempre hace mejor las cosas cuando está contento. “Estudiar o realizar una actividad educativa mientras se es feliz, ayuda a recordarla. Si el alumno se lo pasa bien, recordará la actividad de forma positiva”. 
Es importante que a la hora de buscar un centro de enseñanza, usted tome en cuenta las condiciones que refuercen este tipo de aprendizaje. “La educación integral envuelve las diferentes áreas de desarrollo de los niños (desarrollo cognitivo, desarrollo socio emocional, desarrollo de la motricidad, desarrollo del lenguaje) en Bright Spot Learning Center planeamos actividades para que el niño conozca y adquiera todas las habilidades que involucra cada área de desarrollo”, finalizó educadora y directora general de Bright Spot.

Cómo lograr que su hijo sea feliz

  • Motívelo a que vaya tomando decisiones, desde pequeñas opciones como decidir la ropa que se quiere poner o los juguetes con los que quiere jugar.
  • Dedíquele tiempo de calidad. Como lo hemos visto en otras entregas de este blog, el juego es una alternativa para lograr que los niños se sientan atendidos y acompañados.
  • Promueva la independencia. Esto le ayuda a convertirse en un ser humano autosuficiente.
  • Ayúdelo a reconocer sus emociones y dele herramientas -con ayuda profesional- para que aprenda a lidiar con ellas. 
  • Si usted está tranquilo, su hijo va a sentirse tranquilo. Es importante que usted también tenga un buen manejo de emociones.
  • Sea claro en los límites, esto hace que disminuya la ansiedad.
  • Promueva espacios para conversar con él, es importante que sienta que puede hablar con sus padres en cualquier momento que lo necesite.

Fuente: Rebeca Chavarría C., educadora y directora general de Bright Spot.