La pandemia que se vive en el mundo a raíz de la COVID-19, llevó a distintos sectores de la sociedad a cuestionarse la eficacia y efectividad de sus labores, especialmente en tiempos en los que el distanciamiento social juega un rol importante.

Cada vez son más los servicios que han encontrado en la virtualidad la oportunidad de seguir funcionando. Sin embargo, luego de poco más de un año de la aparición del nuevo coronavirus, es innegable que el ser humano, sin importar la edad, necesita poder socializar y convivir con sus iguales.

Esto ha sido confirmado por distintos estudios científicos, mismos que han servido de base para que el sector educativo enfile sus esfuerzos en fortalecer un sistema dual, en el que sus estudiantes tengan la oportunidad de recibir clases de manera presencial y virtual.

Según el portal Educaweb, hay quienes consideran que la educación a distancia nunca podrá competir con la presencial, especialmente en etapas educativas como la infantil y primaria, donde pedagógicamente es necesaria la interacción y socialización. 

“Es inevitable que la educación virtual se vuelva una herramienta pedagógica en la actualidad, pero esta se consolidará como una metodología que llegará para reforzar el aprendizaje que se imparte de manera presencial en las aulas. Una no debe excluir a la otra, sino que deben de trabajar de manera conjunta para contribuir a la formación integral de los profesionales del futuro”, aseguró Rebeca Chavarría, educadora y directora general de Bright Spot Learning Center.

Por su parte, el informe La pandemia COVID-19 ha cambiado la educación para siempre, publicado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) sostiene que la eficacia del aprendizaje en línea varía según los grupos de edad. El consenso general sobre los niños, especialmente los más pequeños, es que se requiere un entorno estructurado, porque estos se distraen más fácilmente.

Para la organización, obtener el máximo beneficio del aprendizaje en línea requiere de un esfuerzo concertado para proporcionar esta estructura e ir más allá de la réplica de una clase o conferencia física a través de capacidades de vídeo, en su lugar, utilizando una gama de herramientas de colaboración y métodos de participación que promuevan «la inclusión, la personalización y la inteligencia».

En el caso del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), este considera que el aprendizaje no es exclusivo del aula, ya que en casa existen recursos que se pueden utilizar para promover el aprendizaje desde casa. Algunas de las herramientas que los docentes pueden utilizar para reforzar la educación a distancia son:

  • Los conocimientos de madres, padres y abuelos de sus profesiones u oficios, de su experiencia durante eventos históricos, de su historia familiar, entre otros.
  • Libros y juegos disponibles en el hogar.
  • Actividades cotidianas como la preparación de la comida o el cálculo de los gastos de la familia.
  • La observación de plantas y/o animales, entre otros.

La UNICEF también hace énfasis en que los niños y adolescentes son ciudadanos de pleno derecho y, salvo los más pequeños o aquellos que sean especialmente vulnerables, no pueden quedarse de brazos cruzados cuando toda la sociedad se enfrenta a una crisis. Es en este escenario en el que resulta indispensable el empoderamiento.