En la actualidad, es cada vez más común escuchar conceptos relacionados con la resiliencia, el esfuerzo y la perseverancia, especialmente cuando se habla de procesos de crianza y educación en los niños y las niñas. De allí, que los padres busquen fortalecer aspectos como la autoestima y el empoderamiento para promover el desarrollo infantil.

El que, desde muy temprana edad, sean capaces de lograr lo que desean será un reflejo de su perseverancia y determinación. La primera de ellas hace referencia a la constancia de ideas, pensamientos y acciones, mientras que la segunda se relaciona con la capacidad de decisión.

Según el programa Making Caring Common, de la facultad de Educación de la Universidad de Harvard, el que los adultos expresen su apoyo e incentiven a los niños y a las niñas a aprovechar las oportunidades que se le presentan a lo largo de su vida, permite que ellos vayan desarrollando una mentalidad enfocada en perseverar ante los desafíos.

Esta organización considera que existen cuatro aspectos en los que podemos trabajar para que, desde sus primeros años de vida, los infantes puedan seguir adelante con todo aquello que les represente un reto. Lo primero que se debe de hacer es identificar lo que les resulte difícil lograr para ocuparse en ello, juntos, como una familia.

Otro de los puntos es animarse los unos a los otros a lo largo de todo el proceso, ya que, si desea rendirse o dejar de lado su objetivo, sabrá que cuenta con personas a su alrededor que están dispuestos a no dejarlo o dejarla sola en el camino. Precisamente, el preguntarles cómo se sienten al hacer una determinada cosa, conocer qué lo hace más fácil o difícil, al mismo tiempo que se les ofrece ayuda, también es importante.

Los niños y las niñas deben de contar con una red de apoyo que los ayude a definir los pro y contras en cada situación.

Por último, la comunicación es esencial, por lo que tomarse el tiempo de escuchar a la niña o al niño, comprender sus sentimientos, pensamientos y emociones, contribuirá a que ellos vayan conociendo sus fortalezas y debilidades, para trabajar en ellas. Nadie es perfecto, por lo que lo importante es ocuparnos por ser mejores cada día. 

“La perseverancia, aunado a la resiliencia, le permitirá al niño y a la niña conocer sus sentimientos y emociones cuando las cosas no salgan como planean o desean, dando pie a la posibilidad de manejar la frustración. El que sientan la seguridad y confianza de poder expresar su enojo, también permitirá crear el espacio para analizar los pro y contras de seguir intentando y conseguir lo que anhelan”, afirmó Rebeca Chavarría, educadora y directora general de Bright Spot Learning Center.

El portal web mexicano Educación Inicial, de la Fundación Carlos Slim, explica que también es importante desarrollar en los infantes la capacidad de ser resilientes, para que puedan tener una disposición positiva y constante ante los retos que se le presenten en la vida.  Expertos recomiendan fomentar este tipo de actitudes:

    1. Hacer y tener amigos: Enseñe y anime a sus hijos e hijas a hacer y tener amigos. Al mismo tiempo, establezca una red familiar fuerte para que se sientan amparados y aceptados. Las relaciones personales fortalecen la resiliencia de los infantes y les brindan con apoyo social.
    2. Enseñar a los niños y a las niñas a ayudar a los demás: Fomente su espíritu de servicio, su inquietud por querer ayudar a los demás. Ayudar a otros les permitirá superar la sensación de que no pueden hacer nada, por lo que podrán sentirse valorados a través de trabajos voluntarios apropiados a su edad, así como de pequeñas tareas y encargos que les den.
    3. Mantener una rutina diaria: Colabore con su hijo o hija a establecer una rutina diaria y a seguirla. El respeto a la rutina es un sentimiento reconfortante para ellos, especialmente a los más pequeños. Necesitan saber que están cumpliendo y haciendo bien sus tareas.
    4. Combatir la inquietud y la preocupación: Tan importante como seguir una rutina es no obsesionarse con ella. Enseñe al niño o la niña a concentrarse en sus propósitos, pero también a descansar y hacer cosas diferentes. Es necesario que estudien, pero que también jueguen y se diviertan.
    5. Anime al infante a fijarse metas para lograr resultados que alimenten la autoestima positiva: Fechas importantes como el inicio del año o un cumpleaños, son ideales para enseñarles a definir algunas metas en su vida u objetivos que pueden alcanzar. Con ello experimentarán el valor del logro, de lo alcanzado, y disfrutarán de los elogios. Aprenderán que tener desafíos les hacen sentirse “grandes”.