Como adultos somos capaces de percibir cómo un espacio que ha sido diseñado, creado y decorado con un propósito, puede contribuir a promover una sensación de bienestar y calma, al mismo tiempo que nos permite cumplir con nuestras tareas y objetivos. 

En el caso de los niños y las niñas, esta no es la excepción. Cada vez surgen más estudios que confirman la importancia de que ellos se desenvuelvan en espacios que han sido concebidos tomando en cuenta sus necesidades y gustos, que aunado a elementos que le permitan desarrollar su autonomía, contribuirá, indudablemente, a su proceso de aprendizaje.  

La neurociencia ha logrado determinar la relación directa que existe entre los lugares que resultan agradables, diversos y cómodos, con la motivación que se genera de descubrir todo lo que tiene para ofrecernos. De allí la importancia de determinar el espacio con el que se cuenta y la función que cumplirá.

Para la diseñadora de espacios Carmen Álava, y quien dio vida a la estética y funcionalidad de Bright Spot Learning Center, el crear áreas alegres y relajadas, que favorezcan la tranquilidad del niño y la niña, permite que estos se puedan concentrar más en disfrutar lo que tienen delante y las actividades que se le proponen, logrando la estimulación y favoreciendo el aprendizaje, en definitiva. 

“Personalmente creo que los niños necesitan cosas muy sencillas. No nos compliquemos. Lo ideal es pensar para ellos espacios alegres y llenos de luz donde cada cosa tenga su lugar, y que además favorezcan su autonomía. Debemos pensar qué actividades se van a realizar en ese espacio, y decorar en consecuencia, y en la medida de lo posible, decorar con materiales que no nos hagan ‘sufrir’ porque se estropeen rápido. Obviamente no se ha inventado un material que jamás se dañe, pero sí hay un montón de opciones lindísimas y prácticas para que sus espacios se vean bien durante años a pesar del uso constante”, explicó.

Es así como Álava propone estas recomendaciones para acondicionar esos lugares que serán utilizados por los infantes, y que contribuirán con su aprendizaje y autonomía:

  1. Poner las cosas a su alcance para que puedan tomar decisiones y ser más autónomos. Por ejemplo, ganchos a su altura para dejar sus cosas al llegar de la escuela; libros a su alcance para cuando quieran leer, entre otros. 
  2. Facilitar que cada artículo tenga su lugar, y que los niños y las niñas puedan colaborar activamente en eso. A veces los adultos se quejan de que todo está desordenado y de que tienen que estar recogiendo todo constantemente, por lo que es necesario preguntarse si hay en su espacio un lugar definido y a su alcance para cada cosa, o es todo un «totum revolutum» que solo genera más estrés. 
  3. Implementar la idea de que menos, es más. Cuando el espacio está lleno de juguetes y objetos, cuando hay caos, resulta difícil decidir para los pequeños y las pequeñas, por lo que lo más sencillo es agarrar la tableta y quedarse mirándola un rato largo. Es por ello que resulta mejor dejarles «poco y bueno» a su alcance, es decir solo algunos juguetes que les gustan, además de colores y materiales que favorezcan su creatividad, además de irlos rotando de vez en cuando. Eso captará su atención y favorecerá el juego, que en definitiva es aprendizaje. 
  4. Que sientan ese espacio como suyo. Que sea su refugio y su lugar de paz. 

Estas propuestas se ven reflejadas en cada uno de los espacios de Brigth Spot Learning Center, y que, aunado al trabajo de Billy Ulate, de LUX Arquitectura, se logró que estos resultaran atractivos para los infantes, promoviendo el aprendizaje y la interacción entre ellos, el personal educativo y las familias. 

“Mi concepto realmente vino con el nombre que Rebeca Chavarría, educadora y directora general del kínder, quiso darle a este lugar tan especial: Bright Spot. Y eso quise hacer: traer luz, alegría y brillo a este espacio que tanto están disfrutando sus pequeños usuarios ahora. Rebeca quería promover el aprendizaje a través del juego, cosa que me motivó muchísimo a la hora de trabajar, puesto esto es algo que dota al niño y a la niña de una libertad maravillosa, estimulando su creatividad al máximo, convirtiéndolo en el verdadero protagonista de su proceso de formación”, aseguró Álava. 

Para ella, en la actualidad los espacios educativos son muy diferentes a cómo eran antes, con un profesor al frente y los niños en sus pupitres aprendiendo. Ahora es necesario la integralidad y horizontalidad en el funcionamiento y uso de cada una de estas áreas, que contribuya al fortalecimiento de relaciones sociales y fortalecimiento de los valores.