Como hemos experimentado a lo largo de nuestras vidas, las emociones son esas reacciones que surgen de nosotros de manera automática, espontánea e innata ante ciertos estímulos internos y externos, y que se caracterizan por ser muy intensas y tener una corta duración.
Si a este concepto le sumamos la creatividad, que hace referencia a la capacidad que tenemos de generar e implementar nuevos conceptos e ideas en nuestro día a día, tendremos una mayor capacidad de poder adaptarnos a situaciones que nos resultan desconocidas o nuevas.
Es gracias a ello que hoy conocemos el término de “Educación Emocional Creativa”, y que está basado en el hecho de que las emociones son un gran detonante para la creatividad, lo que contribuye a establecer conexiones más genuinas y que nos resultan más ventajosas para alcanzar nuestros objetivos.
La inteligencia emocional y la creatividad nos permiten interactuar con nuestro entorno más directo por medio de los sentimientos, lo que hace que distintas habilidades pueden ser aprendidas con el tiempo y la práctica. Es precisamente por este motivo que los especialistas invitan a que las instituciones apuesten por este tipo de enseñanza, que perfectamente puede ser compaginada con el aprendizaje que reciben en casa.
El portal web especializado Etapa Infantil nos comparte algunas de las estrategias con las que es posible fomentar la educación emocional infantil:
- Tener en cuenta las emociones y las opiniones de los niños y las niñas desde el primer momento.
- Dar opciones a los niños y las niñas que sean capaces de tomar sus propias decisiones, aunque sea bajo la supervisión del adulto.
- Ser un buen oyente con los y las infantes, de este modo se sentirán valorados en todo momento.
- Modelar el comportamiento que se busca (disculparse cuando se está equivocado, tratar con respeto y amabilidad…). Desde muy pequeños aprenden acerca de las relaciones a través de la observación del comportamiento de sus padres.
- Pensar en el impacto de las acciones en la vida de los niños y las niñas y actuar para ser un buen ejemplo.
- Fomentar la autoestima de sus hijos e hijas: Para conseguirlo es necesario darle responsabilidades acordes a su edad, dejar que tomen sus propias decisiones, reconocer su trabajo bien hecho.
- Respetar las diferencias y entender que cada niño y niña tiene sus propios talentos y habilidades.
Por su parte, la revista española Temas para la Educación explica que existen muchos métodos a través de los cuales podemos fomentar la creatividad, y entre ellos se encuentran:
- El juego: Es la forma natural que tienen los niños y niñas de conocer el mundo que le rodea, por lo que será muy útil utilizarlo como recurso didáctico. Hemos de dejarlos jugar libremente, sin juzgar ni criticar lo que están imaginando.
- Literatura Infantil: Los libros en Educación Infantil tienen gran importancia en el desarrollo de la creatividad, ya que a través de ellos podemos trabajar la imaginación de múltiples maneras.
- Talleres y actividades plásticas: Los talleres sirven para crear objetos concretos a través de la imaginación y creatividad. Nos van a ayudar a desarrollar la mente creativa de nuestros alumnos y alumnas, aportando ideas y características que se diferencian de los objetos reales que pretendemos crear.
- Crear una historia: Es necesario que sea creada por los niños y niñas. Para ellos vamos inventar unos personajes, a los que vamos a atribuir una personalidad, deberán crear e inventar un personaje en consenso con todos los compañeros; para ellos deben tener desarrollada la empatía, el respeto, la educación, la aportación de ideas nuevas, saber escuchar.
- Resolución de conflictos: Esta actividad nos servirá para que aprendan que siempre existen varias alternativas cuando intentamos resolver un problema, y que no siempre el punto de vista de uno mismo es el único y verdadero.
Como vemos, promover la educación emocional creativa contribuye a que el proceso de aprendizaje sea divertido, versátil y, al mismo tiempo, contribuimos al autoconocimiento de los niños y las niñas en el camino a ser personas que viven a plenitud.