La enseñanza tradicional -aquella en la todo hay que aprenderlo de memoria- quedó en el pasado. Hoy las nuevas corrientes proponen que la teoría y la práctica deben ir de la mano. Aplicado a la educación, es todo un método conocido como “aprender haciendo” o “Learning by doing”
Para tratar de entender qué es el método de aprendizaje Learning by doing basta con pensar en cualquier actividad de la vida real, por ejemplo: manejar carro. Usted puede leer todos los libros que encuentre sobre el tema, pero no es hasta que lleva a la práctica todo lo leído que ese conocimiento es realmente asimilado por su cerebro.
Aprender haciendo se refiere a toda una teoría de la educación expuesta por el filósofo estadounidense John Dewey. Es un enfoque práctico para el aprendizaje, lo que significa que los estudiantes deben interactuar con su entorno para adaptarse y aprender. Según Dewey, quien además fue pedagogo y psicólogo, “los métodos que implican pasividad por parte del estudiante son los menos efectivos en el aprendizaje y los que implican más la atención y acción del estudiante son los más efectivos”.
Aplicado a la enseñanza
¿Cómo un centro educativo lleva esto a la práctica? “Dependerá de la dinámica de trabajo y hasta de la creatividad de las docentes, por eso es tan importante revisar el currículo y la oferta de cada institución.”, comenta Rebeca Chavarría C., educadora y directora general de Bright Spot.
Según Chavarría, es un hecho que involucrar a los niños en actividades prácticas hace que se sientan interesados y motivados, además se logra que el aprendizaje sea mucho más efectivo, sin importar el tema que se esté trabajando.
En este contexto, el aprendizaje de memoria pierde sentido para dar paso a actividades, talleres, juegos y dinámicas que invitan a los menores involucrarse en los temas a tratar por cada docente.
Dinámicas para aprender por medio de la acción hay muchas. En Bright Spot, por ejemplo, los niños trabajan en grupos multiedad en los que la colaboración y el trabajo en equipo es el principal objetivo. Los estudiantes trabajan en conjunto de acuerdo con su currículum, pero a la vez realizan actividades con otros niños colaborando entre ellos, siempre tratando de fomentar su autonomía.
Conocimiento profundo
Los beneficios de este tipo de aprendizaje son mencionados por muchos especialistas. La revista digital Educación 3.0, especializada en innovación educativa, afirma en la publicación Aprender haciendo, la metodología que aporta valor al conocimiento que los aprendizajes basados en la experimentación favorecen la creatividad, el espíritu crítico y la motivación en el alumno. “Su puesta en práctica no solo rompe con las estructuras tradicionales, genera conocimiento en cada momento y ayuda a enfrentarse a retos (tanto individuales o grupales) para que el estudiante despliegue y avive su espíritu por aprender, su curiosidad, su afán por superarse, su creatividad”, afirma. Otra ventaja mencionada por este medio es que, al igual que sucede con otras metodologías activas, la técnica del aprender haciendo podría aplicarse a cualquier asignatura, siempre y cuando los docentes manifiesten su intención de querer hacer las cosas de manera distinta: “a partir de aquí, se darían las condiciones necesarias para pasar de un currículo basado en contenidos a otro de procesos que ayude al alumnado a aprovechar el conocimiento adquirido”.
Beneficios del método de enseñanza basado en la acción:
- Permite la retención del conocimiento
- Favorece la creatividad
- Ayuda a que los niños estén más concentrados
- Promueve el pensamiento crítico, la reflexión
- Enfrenta a los niños a retos y, por lo tanto, a buscar soluciones
- Motiva al estudiante a seguir aprendiendo ya que lo mantiene interesado por más tiempo
Fuente: Rebeca Chavarría C., educadora y directora general de Bright Spot